Preparación

Precaliente el horno a 200°C y cubrir la bandeja para hornear con papel mantequilla o silicona. Asegúrese que las acelgas estén bien estiladas y póngalas en el congelador para enfriar durante 10 minutos.

Mientras tanto, mezcle 3 cucharadas de chía o las semillas de lino con 6 cucharadas de agua, para crear un “huevo” vegano. Ponga a un lado y deje que la mezcla se espese.
Retire la acelga enfriada desde el congelador y transfiérala a un paño de cocina fina. Usa tus manos para exprimir el paño de cocina, es necesaria la eliminación de todo el exceso de humedad de la acelga.

Coloque la acelga drenada en un recipiente grande y añadir la mezcla de huevo vegano, luego la harina de linaza, la cucharada adicional de semillas de linaza o de las semillas de chía, sal, ajo y orégano seco. Revuelva bien para mezclar, y lograr una masa compacta. Presione la masa en la bandeja para hornear que preparó previamente. Para obtener los mejores resultados, presione la masa de una manera firme, asegurándose de que no hay “puntos finos” donde podría agrietarse.

Hornee durante 30 minutos, hasta que la parte superior esté ligeramente dorada y seca al tacto.
Usted podría utilizar esta masa de la pizza como es, pero no va a ser lo suficientemente firme como para levantar con las manos. Para una mejor textura, recomiendo el uso de una pieza adicional de papel de mantequilla para voltear toda la masa de la pizza, a continuación, volver a al horno durante 15 minutos.
Una vez que la masa esté firme y seca, añadir sus ingredientes favoritos de pizza y volver al horno brevemente a dejar que todo se caliente, a unos 5-10 minutos adicionales.

Preparar la salsa de zanahorias y pimientos asados, procesar en la licuadora las zanahorias cocidas con un pimentón asado, un chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta. Verter sobre la masa de pizza y disponer trozos de pimentones asados, volver al horno 10 minutos y servir con hojas de rúcula encima de la pizza.